Cada temporada de calor parece abrirse la caja de Pandora para las escuelas de Sinaloa: las altas temperaturas ocasionan un uso más intensivo del aire acondicionado; al no tener las instalaciones eléctricas adecuadas, a veces muy viejas, estas se “queman” y dejan en condiciones difíciles a estudiantes y a todo el personal de la escuela, que así no tiene manera de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Si a esto se añade que no pocas veces las instalaciones escolares son víctimas de vandalismo, robo de cableado eléctrico y demás, entonces las escuelas afectadas son más.
A quienes tengan deseos de que las escuelas mejoren, los invito a que se organicen y luchen; que exijan a los distintos niveles de gobierno la atención que merecen y cumplimiento al mandato constitucional de brindar educación gratuita.
Tan sólo en los últimos días se ha sabido de situaciones de este tipo en varios municipios del estado. En la ciudad de Los Mochis, al mediodía de hoy, 20 de octubre, la escuela primaria Quetzalcóatl de la colonia Adolfo López Mateos permanecía tomada por madres de familia a la espera de que se cumpliera el compromiso que les hizo el gobernador, Rubén Rocha Moya, de mandar personal de gobierno a darles este mismo día una solución concreta a la falta de luz. Esto lo reporta el medio Línea Directa en su página web.
El día 18 de octubre pasado, la misma fuente reportaba que desde Mochis el gobernador ordenaba restablecer el fluido de tres centros educativos: además de la escuela mencionada, Rocha Moya dijo que era prioridad restablecerlo en la Escuela Primaria Francisco Villa, también de Los Mochis, y en el kínder “Sor Juana Inés de la Cruz” de Vinaterías, El Fuerte.
Hoy, siempre según el mismo medio, se informa que los padres tuvieron que organizar una colecta para reparar los aires acondicionados de la “Francisco Villa”, pues no han encontrado apoyo por parte del Gobierno del estado, a pesar de que este conoce de sobra su situación. Como se ve, las instrucciones del gobernador no son obedecidas por todos los que lo rodean.
En Culiacán las cosas no van mejor. La escuela primaria “Juan Manuel Banderas” tiene tres semanas sin clases presenciales porque su instalación eléctrica está inservible; así es imposible que los alumnos soporten las altas temperaturas de estos días y por eso se han ido a clases en línea.

Aquí, los padres de familia, unidos a los directivos de la escuela, inconformes con la negligencia de la Secretaría de Educación Pública y Cultura (Sepyc), se organizaron para emprender una campaña de denuncia en redes sociales y después hacer una protesta pacífica en las oficinas de la Secretaría.
Los inconformes, con toda razón, se manifestaron y fueron atendidos por su titular, Gloria Himelda Félix Niebla, quien comprometió acciones concretas para reparar las instalaciones; hoy, a decir de los directivos de la escuela, los compromisos avanzan.
Sirva este último ejemplo de valor de directivos y padres de familia para que sea seguido por más sinaloenses que se encuentren en la misma situación de olvido.
¿Cuántas veces quienes dirigen las escuelas no se animan a levantar la voz por temor a perder su trabajo o ser víctimas de represalias? ¿Cuántas veces los padres de familia no encuentran en estos apoyo a sus inquietudes y no protestan contra tamaña injusticia, como es aquella de que no se les brinda atención a sus hijos en las aulas?

Vaya desde aquí una modesta felicitación a los maestros, directivos, padres de familia y a los pequeños alumnos que valientemente protestaron contra el maltrato oficial. Cuenten con el respaldo del Movimiento Antorchista para que su escuela siga mejorando.
La solución que están buscando los padres de familia de la escuela primaria de Los Mochis que cooperaron para arreglar los aires acondicionados habla de la nobleza de nuestro pueblo, de su orgullo y preocupación por la formación de sus hijos; ellos también merecen reconocimiento.
Sin embargo, vale la pena que reflexionemos: ¿y los cuantiosos impuestos que ya pagamos los mexicanos para que se garantice educación gratuita a nuestros hijos? ¿Qué está haciendo el gobierno con ellos? ¿En qué se están invirtiendo que no alcanza para ponerle energía eléctrica a las escuelas?
Invito a quienes tengan deseos de que las escuelas mejoren a que se organicen y luchen para que no se les haga pagar doblemente; los invito a que exijan a los distintos niveles de gobierno la atención que merecen y cumplimiento al mandato constitucional de brindar educación gratuita a los niños.

A mi parecer, es claro que la crisis educativa que sufre Sinaloa es peor que la de la mayor parte del país. Al rezago educativo acumulado por dos años de pandemia casi sin clases, mala conectividad de internet, deficiente infraestructura y programas de estudio que hacen menos rigurosa la enseñanza, hay que añadir aquí el hecho de que, durante el ciclo escolar pasado, en cientos de escuelas de Culiacán, Navolato, Elota y otros municipios se perdieron meses de clases por la violencia desenfrenada.
Y, encima de todo esto, ahora se pierden semanas por la irresponsable falta de mantenimiento a las escuelas. Este gobierno está llevando por muy mal camino la preparación de la niñez y la juventud.
No hay que ser muy perspicaz para saber que quienes pagarán los platos rotos serán ellos mismos: se reducirán sus capacidades, egresarán con un nivel educativo menor al que diga su certificado de estudios, y se verán mermadas sus oportunidades de empleo y sus niveles de ingresos. Quienes entiendan esto y no se exijan que cambie, serán cómplices de quienes ensombrecen el futuro de México.
A quienes ya se han organizado, luchado y encontrado que esta es una buena forma de enfrentar los problemas, los invito a que usen ese método para tratar de resolver las grandes carencias de obras y servicios públicos de todas las colonias y comunidades.
¿Les falta pavimento, agua, drenaje, luz, vivienda, alumbrado público, parques, canchas, más escuelas o lo que sea? Organícense y luchen siempre juntos todos los que padecen alguna o todas estas carencias.
En la actualidad, el pueblo debe comprender que, si un gobierno no actúa motu proprio a favor de él, debe salir a la calle y luchar porque sus derechos se vuelvan realidad; pero para esto hay que vencer la apatía, el miedo y cualquier adversidad. Es el único camino que le queda a la mayoría de los mexicanos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario