La respuesta a la pregunta sobre si el agua potable es un lujo o una necesidad parece obvia, pero no lo es, por lo menos para las autoridades del gobierno del Estado de México, de extracción morenista, quienes, ante la petición de dotar al cerro de Lomas de San Sebastián del servicio de agua potable mediante la perforación de un pozo y la red de distribución para toda la zona, responden con negativas que van desde: “a esta área no corresponde dar respuesta”, “no hay proyecto para esa obra”, “para considerar la obra necesitamos que entreguen la escritura del lugar donde se propone perforar el pozo”, etcétera, etcétera.
El agua se vuelve un privilegio cuando los gobiernos abandonan su obligación de garantizar lo más elemental para vivir dignamente.
Los habitantes de la zona llevan más de veinte años sufriendo las carencias de los servicios básicos. Con respecto al agua potable, la inmensa mayoría guarda el líquido en tambos, que se cubren de polvo en cuanto corre el aire por las colonias, o cambia de color por lo oxidado de los recipientes.
Cuando hay problemas en la garza o con los piperos, se quedan sin agua más de una semana.
Y qué decir de que los traten como un bolsón de votos: en campaña les prometen resolver el problema, pero al llegar a la silla del poder se olvidan de los compromisos. Así han pasado los años.
Pero no es el único caso que se da en el municipio de La Paz: San Isidro es otro ejemplo del pésimo servicio del agua. No obstante que los vecinos llevan años pagando el servicio, el pozo que los surte está en los ejidos de Ixtapaluca, tiene muchos años sin mantenimiento y lo que sale de él es agua combinada con lodo.
No es exageración: quien guste comprobarlo, lo invitamos a que visite cualquier calle y que los vecinos le muestren el agua que sale por la red: turbia, apestosa, con tierra y animales.
Los vecinos que la ocupan para lavar ropa, primero deben filtrarla o, de lo contrario, la ropa queda dura, color beige y la piel de los niños llena de jiotes, producto de lo contaminado del agua; pero eso sí, hay que pagarla. ¿Cómo se atreve el Opdapas de La Paz a cobrar un servicio que no brinda, si el pozo es ejidal y en veinte años no le han dado servicio ni mantenimiento, y al no profundizar la perforación ahora sólo extrae lodo?
Es lamentable que mientras en China hay drones que llevan pedidos a domicilio o carros que funcionan sin conductor y prestan un servicio seguro, en el Edomex seguimos sin contar con los servicios más elementales. Así cumple Morena el compromiso de “primero los pobres”.
Debemos pensar que no hay mejor defensor de los derechos del pueblo que el pueblo mismo, organizado y consciente, sabedor de que son los trabajadores quienes crean toda la riqueza y, por ello, también deben disfrutar del agua potable, del drenaje, de calles pavimentadas, de servicios médicos gratuitos y de calidad; es decir, que tienen el derecho a disfrutar de todos los servicios que la sociedad del siglo XXI ha generado.
Organízate y lucha en las filas del antorchismo para lograr servicios básicos hoy y, más adelante, construir un país con una distribución más justa de la riqueza.
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