Como se dio a conocer oportunamente en los medios de comunicación, el pasado 5 de agosto, como eso de las 9 y media de la noche, un grupo de golpeadores que opera con total impunidad en la agencia de policía de San Martín Mexicapam, perteneciente al municipio de Oaxaca de Juárez, portando armas de fuego de grueso calibre, allanó el albergue cultural y estudiantil “Villas de Monte Albán”, donde habitaban jóvenes de escasos recursos, al mismo tiempo que vandalizaron y robaron todo lo que fue de su gusto.
La supuesta legalidad de los desalojos quedó desmentida cuando se mostraron escrituras y recursos federales destinados a los albergues estudiantiles.
Los jóvenes estudiantes exigieron la intervención del agente municipal Ángel Silva y de las corporaciones policiacas, quienes, a pesar de que acudieron al llamado, sólo fue para ponerse del lado de los delincuentes alegando cuestiones legales, lo cual dejó en claro que las acciones realizadas por el grupo de choque contaban con la anuencia de las autoridades.
Ante esta situación, el 13 de agosto, el ingeniero Homero Aguirre Enríquez, vocero del Movimiento Antorchista Nacional, acudió a Palacio de Gobierno en Oaxaca, acompañado de los líderes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” y de los dirigentes estatales de aquella región del país para denunciar la campaña sistemática de intimidación, agresiones armadas y desalojos ilegales contra integrantes de la Federación y sus albergues estudiantiles; solicitando además una reunión respetuosa con el gobernador Salomón Jara Cruz para que ponga un alto a la represión contra los estudiantes humildes.
Aguirre Enríquez, acompañado por la líder nacional de la FNERRR, así como por los líderes antorchistas en Oaxaca, Puebla, Veracruz, Guerrero y Tlaxcala, presentó escrituras y estados de cuenta que prueban la adquisición legal de los terrenos para los albergues, donados al municipio de Oaxaca por el Movimiento Antorchista, así como la asignación de 38 millones de pesos en recursos federales que en su momento estuvieron etiquetados para su construcción. Denunció que, en el caso de otro albergue en el municipio de Miahuatlán, el presidente municipal violó un contrato de comodato al desalojar sin orden judicial a los estudiantes, incurriendo en un delito.
A pesar de todo lo anterior, las puertas de Palacio del Gobierno oaxaqueño, cuyo titular es el licenciado Salomón Jara, se mantuvieron herméticamente cerradas, negándole la atención a la comisión que acudía en busca de diálogo.
Y como en Antorcha los estudiantes de Oaxaca no están solos, el pasado 30 de agosto las capitales de todos los estados del país se llenaron de color, alegría y algarabía, para denunciar con arte y cultura la injusticia que se comete en aquella región. Miles de estudiantes, amas de casa y campesinos se sumaron a la lucha y exigieron alto a la represión.
Ha pasado una semana más y no hay justicia, por esa razón nos motiva a los antorchistas chiapanecos a pronunciarnos a favor de los derechos de los estudiantes humildes, muchos de ellos provenientes de la zona mixe y de otras zonas indígenas del territorio oaxaqueño, y a solidarizarnos con su lucha en contra de la campaña de intimidación que pretende obligarlos a renunciar a sus derechos educativos y destruir los albergues estudiantiles que sirven a la juventud pobre de todo el país.
Al mismo tiempo manifestamos la disposición de nuestros compañeros chiapanecos de apoyar las movilizaciones que seguramente se tendrán que seguir realizando cada vez que un estudiante sufra una injusticia.
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