Son 316 mil 741 personas mayores de 15 años están en rezago educativo en Quintana Roo, es decir el 16.5 por ciento de la población de Estado. En tanto más de 318 mil alumnos abandonaros las aulas, se estima que el 11 por ciento eran estudiantes de nivel secundaria, de acuerdo a un reciente informe de la Secretaría de Bienestar.
En ese tenor, según las estadísticas del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), se estima que hay 91 mil 659 personas que no concluyeron los seis años de primaria, además existen alrededor de 42 mil 654 ciudadanos analfabetos, es decir no saben leer ni escribir.
Cabe aclarar que el rezago educativo se define como las personas mayores de 15 años que no han concluido su primaria y secundaria, mientras el analfabetismo es la población que superó la edad escolar y que no adquirió la habilidad para leer y escribir, lo devastador es la cantidad de quintanarroenses que estas en condiciones de rezago educativo sin mencionar la falta de infraestructura educativa en muchos centros escolares, sobre todo en las zonas mas marginadas del Estado.
Asimismo, la falta de inversión pública en el rubro educativo dificulta la enseñanza del nivel básico en las poblaciones más apartadas de la capital de Quintana Roo, y lo confirma el último censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), que señala que, en la entidad, hay un millón 436 mil habitantes mayores de 15 años, de los cuales, 42 mil 654 o el 3.2 por ciento, son analfabetas.
Es así como Quintana Roo este año, a pesar de la suma millonaria presupuestal, persiste el rezago educativo y se encuentra en serios problemas por este problema público que implica, además de una mínima educación, la reducción de oportunidades para los ciudadanos. No saber leer ni escribir y, en consecuencia, carecer de algún grado de estudios, genera discriminación en un sector de la sociedad con limitadas o nulas oportunidades laborales.
En una entrevista realizada al director del Instituto Estatal para la Educación de los Jóvenes y Adultos (IEEJA), Héctor Rosendo Pulido González, justificó que el porcentaje de analfabetismo no disminuye debido en muchas ocasiones por la “desidia de las personas, sobre todo los adultos mayores que, por condiciones físicas adversas y condición indígena, son renuentes a recibir alfabetización a pesar de los múltiples esfuerzos que realizan para lograrlo”.
Sin embargo, lo que no se dice es que muchos de esa gente, son trabajadores, son jefes de familia que priorizan la cuestión laboral para que no falte lo indispensable en sus hogares y contribuyan en el gasto del hogar.
Ellos tienen, primero, que cumplir con su responsabilidad familiar y segundo, laboral, necesariamente, más de 12 horas diarias a fin de obtener ingresos económicos para financiar los alimentos del día. Esto es una realidad que los burócratas del IEEJA no conciben, eso explica su poco análisis y falta de preocupación para ayudar a ese sector de la población en estado de vulnerabilidad social.
Este año el presupuesto para la infraestructura educativa en Quintana Roo asciende más de 6 mil millones de pesos principalmente estos dineros se destinarán para escuelas de educación básica y superior y para infraestructura en cada uno de estos niveles, dicho el presupuesto aseguró el gobierno estatal ayudará a restaurar la totalidad de las escuelas que lo necesitan, para poder concretar mejores condiciones educativas.
Ojalá y sí se ocupen esos recursos para tal fin y no para a otros intereses políticos de los gobernantes como siempre ha ocurrido, porque las niñas, niños, adolescentes y todo el resto de la comunidad estudiantil de Quintana Roo, tienen derechos, y la Constitución es clara al respecto, el Estado mexicano tiene que garantizar buena educación y de calidad. A estas alturas se requieren implementar medidas para contrarrestar el analfabetismo y rezago educativo, pero es vital invertir más recursos y mejorar la infraestructura educativa para una mejor enseñanza.
La comunidad estudiantil, los profesionistas y el pueblo en general no podemos mantenernos callados y sumisos, además del rezago educativo, hay que luchar también por nuestros derechos constitucionales porque los que detentan el poder sólo están para luchar por lo suyo y no por quienes los llevaron al poder. Conste.
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