Burocracia y falta de presupuesto siguen frenando la integración plena de comunidades urbanas en la periferia
Santiago de Querétaro, Qro. Las familias de las colonias Melchor Ocampo y Carlos María de Bustamante, en Querétaro, han vivido durante años en la incertidumbre jurídica sobre la propiedad de sus viviendas. Esta semana, una comisión ciudadana acudió al Centro Cívico para dar seguimiento al proceso de regularización en la Dirección de Regularización Territorial.
Aunque técnicos y burocráticos, los avances representan pasos importantes en una historia profundamente humana: la de comunidades que, durante años, han vivido en la incertidumbre jurídica sobre la propiedad de sus casas. Detrás de cada plano en revisión, de cada solicitud pendiente, hay historias de familias que construyeron su vida —literalmente— desde los cimientos, sin saber si algún día podrían tener los papeles que acreditarán legalmente lo que con tanto esfuerzo han edificado.
En el caso de la colonia Melchor Ocampo, recientemente se hicieron observaciones al plano de la colonia. Estas ya fueron aclaradas y el expediente continúa en revisión. El siguiente paso será la integración de la carpeta técnica para someterla a Cabildo, donde se buscará su autorización final. Este es un paso clave, pues de obtenerse, se abriría la puerta a la formalización definitiva de la tenencia de la tierra para muchas familias.
En cuanto a la colonia Carlos María de Bustamante, el proceso se encuentra en una etapa anterior: la dependencia ha solicitado al gobierno municipal que financie los estudios técnicos que aún faltan para continuar con el trámite. Esta solicitud evidencia otro de los obstáculos recurrentes en procesos de regularización: la falta de recursos públicos destinados a garantizar el derecho a la seguridad jurídica sobre la vivienda.
En el estado de Querétaro, la situación de las colonias irregulares es una problemática extendida. Según datos oficiales, existen más de 1 mil 100 asentamientos irregulares en la entidad, de los cuales alrededor del 65 % ya se encuentran en proceso de regularización o han concluido sus trámites. Sin embargo, este avance es insuficiente, ya que aún persisten desafíos como la falta de recursos, la complejidad de los trámites y la falta de información para los habitantes.
La visita al Centro Cívico fue más que una gestión técnica; fue un nuevo capítulo en la larga lucha por la dignidad de quienes construyen ciudad desde las periferias. La comisión que acudió en representación de los vecinos no sólo pidió avances, también llevó consigo el peso de la historia de colonias completas, muchas veces olvidadas, que hoy exigen ser vistas, reconocidas y, sobre todo, regularizadas.
Mientras el proceso avanza, los vecinos siguen esperando con esperanza, sabiendo que cada firma, cada plano y cada revisión los acerca un poco más al anhelado papel que diga “este terreno es tuyo”.
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