MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Dinamarca y México

image

En las redes sociales circula una nota que, junto con otras de las que ya perdí la cuenta por su gran cuantía simultánea, está generando inconformidad cada vez más visible entre los mexicanos, por el evidente abandono gubernamental del sistema de salud que, al día de hoy, nos recetan los gobiernos que exhalan bienestar ensalivado cada vez que abren la boca.

Entonces, ¿en verdad es nuestro sistema de salud ya como el de Dinamarca?, es decir, ¿usan allá también garrafones para salvar la vida de inocentes criaturas? 

Sucede que en el IMSS-Bienestar de Macuspana, Tabasco, el municipio que vio nacer al expresidente López Obrador, a falta de insumos médicos en el Hospital General de ese lugar, los médicos tuvieron que improvisar con un garrafón de plástico para usarlo en sustitución de un “casco cefálico”, necesario para dar oxigenación a un recién nacido y poder así salvarle la vida.

Los medios dijeron que, no obstante que el ingenioso invento tuvo el éxito esperado, el director del IMSS-Bienestar en Tabasco reveló que tanto el director como el administrador del hospital fueron suspendidos “en tanto concluye la investigación por lo ocurrido”.

Hasta aquí, sólo caben dos posibles hipótesis imaginables:

1) Los médicos autores del ingenio mexicano actuaron con maldad, atacando y difamando así al supermoderno y eficiente sistema de salud del gobierno de la 4T.

2) Los médicos actuaron con sumo humanismo con lo que tuvieron a mano ante la urgencia de salvar una vida, exponiendo sin remedio al sistema de salud de la 4T, que, por lo que se ve, ya no ofrece ni lo indispensable para garantizar la vida de los mexicanos.

Dado que a estas alturas ya casi no hay mexicano pobre, ni enfermo ni médico que no haya padecido casos tales, o peores, dejaré que el pueblo sabio saque por hoy sus propias conclusiones, que seguramente serán igual que las mías. En el México de la 4T, el que quiera atención médica de calidad, que se la compre.

Pero como la realidad no se puede ocultar por mucho tiempo, aunque la saliva con que se la adorna sea abundante y presidencial, es necesario decir que casos como el arriba señalado seguirán repitiéndose sin cesar mientras los agraviados no entendamos que, para exigir un verdadero cambio efectivo para todos, es indispensable la organización popular.

En una de sus tradicionales conferencias matutinas de noviembre de 2023, el expresidente López Obrador destacó dos iniciativas para mejorar el sistema de salud del país: anunció la implementación de la Megafarmacia del Bienestar, que ya funcionaba desde diciembre de 2022, y proclamó, además, que, a partir del 1 de marzo de 2024, México contaría con un sistema de salud “mejor que el de Dinamarca”, posicionándolo como el líder mundial en esta área (Infobae).

De la Megafarmacia ya mejor ni hablamos; uno encuentra más medicinas en las farmacias similares. Pero de la promesa del sistema de salud “mejor que el de Dinamarca” sí diremos algo, porque parece ser que el gobierno de la Dra. Sheinbaum sigue empeñado en semejante utopía.

Entonces, ¿en verdad es nuestro sistema de salud ya como el de Dinamarca?, es decir, ¿usan allá también garrafones para salvar la vida de inocentes criaturas? Veamos algunos datos.

Dinamarca es un país situado al norte de Europa con una extensión territorial de 43 mil 094 kilómetros cuadrados; su población es de casi 6 millones de habitantes (2018). 

Su idioma oficial es el danés y cuenta con moneda propia: la corona danesa. Es la monarquía más antigua del mundo, y su sistema de gobierno se basa en una estructura multipartido, es decir, varios partidos pueden estar representados al mismo tiempo en el Parlamento.

El país ocupa un puesto privilegiado dentro del ámbito laboral, presentando la tasa de empleo más alta de Europa. En los últimos años ha sido clasificado como el mejor país para los negocios dentro de Europa y el tercero mejor en el ranking mundial. Respecto al sistema educativo, presenta nueve años de educación obligatoria y gratuita (escuela primaria y secundaria inferior). Los estudios universitarios también son gratuitos y, además, remunerados.

El sistema de salud danés se encuadra dentro del modelo de sistemas públicos. Su financiación es principalmente pública, procediendo, por tanto, de los impuestos de los ciudadanos y presupuestos estatales. Se destina alrededor de un 11 % del PIB al gasto exclusivamente sanitario (en México, el 2.9 %, 2023).

En más de un 99 % de la población, el paciente tiene asignado un médico especialista en Atención Primaria (AP) específico, y tiene derecho a la asistencia médica gratuita del mismo y de otros especialistas médicos, siempre que cuente con una derivación previa del Médico de AP (MAP).

La carrera de Medicina tiene una duración de seis años, tras lo cual se ha de realizar un examen global de la misma teórico-práctico. A continuación, se cursa un año de educación básica (seis meses en un centro de AP y el resto en las urgencias hospitalarias) y después, cinco años más de la especialidad escogida. Las facultades de medicina se encuentran en las ciudades de Copenhague, Aalborg, Aarhus u Odense. El estado financia todos los años de estudio y, además, otorga una remuneración monetaria a todos los estudiantes, cuya cuantía dependerá de las calificaciones obtenidas.

Los MAP ejercen su oficio dentro de los centros de salud. La AP no está centralizada, de tal forma que los médicos son autónomos; se encargan de la organización, administración y gestión de los centros (contratos y salarios de personal, así como de otros gastos).

Para ello, el médico ha de comprar la propiedad y obtener un número de licencia, de forma que posteriormente tiene derecho a venderlas de manera independiente, por lo que esta transacción ocurre sin la interferencia de las autoridades públicas.

Se puede decir mucho más sobre el tema, pero para lo que nos interesa saber, hasta aquí lo dejamos. Los datos son tomados de una revista española llamada Semergen (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), y están en internet para cualquiera que quiera saber.

En Dinamarca, como ya vimos, gobierna una monarquía y rige ahí en todo su esplendor el modo de producción capitalista; pero la tasa principal del impuesto sobre la renta personal (PIT) es de hasta 52.07 % (en México, 30 %); es decir, que pagan ahí más impuestos los que más tienen, y así se garantiza la salud y la educación de la población en general.

En México gobierna la 4T y, al contrario, aquí es el pueblo pobre quien, con su número, lleva encima la mayor carga tributaria para que, al final, tenga que salvar la vida de sus hijos con un simple garrafón en la cabeza.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más