Han transcurrido dos años desde el atroz asesinato de nuestros compañeros Conrado Hernández Domínguez, Mercedes Martínez Martínez y su hijo Vladimir, sin que hasta el momento se les haga justicia tras haber sido asesinados el pasado 12 de abril de 2023 en el tramo de la carretera México-Acapulco, a la altura de la comunidad Agua de Obispo, en Chilpancingo, Guerrero.
A dos años de este lamentable hecho y que fue un duro golpe para los antorchistas, no sólo por el móvil de los hechos sino porque cualquier ser humano debe ser privado de la vida y menos como ocurrió con nuestros compañeros, nos quitaron a dos grandes luchadores.
En México la violencia ha ido escalando, los homicidios contra personas van en aumento y sin que se tomen medidas enérgicas para hacerle frente a estos hechos que tanto daño le han hecho al pueblo
Ante estos hechos y donde el clamor de justicia sigue más firme y fuerte, seguimos pidiendo a las autoridades correspondientes que no se hagan de oídos sordos y den con los autores intelectuales y materiales del asesinato de nuestros compañeros. El pueblo no olvida y menos el organizado, por ello, a dos años aún esperamos respuesta, toda vez que se privó de la vida a tres personas inocentes y hasta el momento no ha habido castigo.
En México la violencia ha ido escalando, los homicidios contra personas van en aumento y sin que se tomen medidas enérgicas para hacerle frente a estos hechos que tanto daño le han hecho al pueblo. Por ello, los mexicanos no debemos tolerar que continúe escalando la violencia y la muerte.
Durante los gobiernos morenistas los homicidios han ido en aumento. Tan sólo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador hubo 204 mil 376 de acuerdo con TResearch Internacional. En lo que va del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo hay hasta el momento 15 mil 717 homicidios.
Los homicidios forman una enorme herida que se extiende sobre México y donde es inexistente el actuar del gobierno, lo que ha causado un enorme daño en el pueblo de México.
Por ello, al unísono todos los mexicanos debemos gritar justicia y un alto a los homicidios con acciones contundentes; castigo para quienes han asesinado a un ser humano y sobre todo a quienes asesinaron a Mercedes, Conrado y a su pequeño hijo. De alguna u otra manera hemos sido víctimas de la injusticia y la impunidad. Por ello hay que exigir a quienes tienen la obligación constitucional de hacerlo, perseguir a los delincuentes, que cumplan con su obligación y su deber.
Ya son dos años de dolor, terror e impunidad por el triple asesinato que, por su brutalidad, cimbró a la sociedad guerrerense y al antorchismo nacional tras conocerse los resultados de la necropsia: los adultos fueron asesinados a golpes con objetos contundentes y el pequeño, de sólo seis años, fue asfixiado.
No se trató de un accidente como se planteó en un primer momento ante una serie de inconsistencias, entre ellas, que los tres cuerpos estaban en el asiento trasero y que el automóvil no presentaba daños luego de haber caído a un profundo barranco.
Nuestros compañeros, Conrado y Mercedes, desde muy jóvenes, se organizaron en el Movimiento Antorchista con la idea de encabezar la lucha por la dignificación de los más pobres de Guerrero; a eso se dedicaban, a prepararse, trabajar y ofrecer lo mejor de sí para que el pueblo organizado tuviera una vida mejor, es decir, los mataron sólo por ser líderes antorchistas.
Por su noble labor, el antorchismo nacional siempre los recordará y desde esta tribuna exijo justicia para Conrado, Mercedes y su pequeño hijo, así como para todos los mexicanos que han sido víctimas de la ola de violencia que existe en nuestro país. Es tiempo de que el pueblo se organice y luche para cambiar este estado de cosas que tanto daño nos ha hecho.
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