La inseguridad en la Sierra Norte de Puebla sigue en aumento. En los últimos días, la región ha sido escenario de diversos hechos delictivos que reflejan una preocupante falta de control por parte de las autoridades. El caso más reciente ocurrió en el tramo carretero Papatlazolco–Huauchinango, donde un grupo de maestros fue víctima de un asalto a mano armada mientras se dirigía a su centro de trabajo. Los agresores interceptaron el vehículo, amenazaron a los docentes y los despojaron de sus pertenencias. Hasta el momento no se reportan detenidos por este hecho.
En la mayoría de los casos no se logra la detención de los responsables, lo que aumenta la sensación de impunidad y la desconfianza hacia las instituciones encargadas de garantizar la seguridad.
Este incidente ha encendido las alarmas entre la población, que denuncia la creciente inseguridad que se vive no sólo en las carreteras, sino también en calles y comunidades de la región.
Datos de la Fiscalía General del Estado (FGE) revelan que, de enero a julio de 2025, los 35 municipios de la Sierra Norte registraron un total de 3 mil 211 delitos, y que Huauchinango concentra el mayor número de denuncias con 843 carpetas de investigación, seguido por Zacatlán y Chignahuapan.

Los delitos contra el patrimonio, principalmente robos, representan casi la mitad de los casos registrados en el municipio, con 398 denuncias en el mismo periodo.
A nivel estatal, los delitos por extorsión aumentaron un 94 % durante el primer semestre del año, pasando de 67 a 130 casos, según reportes oficiales. El 70 % de estas denuncias se concentran en seis municipios, entre ellos Huauchinango.
Asimismo, informes recientes muestran que la incidencia delictiva en Huauchinango creció alrededor de un 50 % en comparación con el año anterior, lo que confirma que la situación se ha vuelto más crítica.

Los habitantes de la Sierra Norte señalan que la inseguridad se ha vuelto parte de la vida diaria. Los asaltos en carretera, los robos a casa habitación, los atracos a comercios y los delitos contra el transporte público se repiten con frecuencia.
Pese a los operativos anunciados, los resultados son escasos. En la mayoría de los casos no se logra la detención de los responsables, lo que aumenta la sensación de impunidad y la desconfianza hacia las instituciones encargadas de garantizar la seguridad. “Cada día es más peligroso viajar o salir temprano al trabajo, uno ya no sabe si regresará con bien”, comenta una docente de la región, quien pidió mantener el anonimato por seguridad.

La población exige que las autoridades municipales, estatales y federales refuercen la vigilancia en los tramos carreteros, aumenten el número de patrullajes y mejoren la coordinación entre corporaciones de seguridad para devolver la tranquilidad a las familias serranas. Mientras tanto, la gente sigue esperando que las promesas de seguridad se conviertan en acciones concretas, y que los caminos de la Sierra Norte de Puebla vuelvan a ser transitables sin temor.
“No podemos seguir normalizando el miedo. Cada asalto, cada robo, cada vida amenazada debería ser motivo de acción inmediata, no de indiferencia. Las autoridades deben recordar que su deber no es sólo reaccionar, sino prevenir y…”.
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