Últimamente el país enfrenta una ola de violencia; las noticias diarias mantienen a la población con incertidumbre y miedo, pensando en quién podría ser el próximo, un político o un ciudadano cualquiera, y comentando: “es que ya no se sabe”; el 2024 cerró con un registro de 30 mil 57 homicidios dolosos, un aumento de 1.2 % respecto al 2023 con 344 casos más.
La presidenta y el expresidente han dicho que la violencia no se combate con más violencia, pero en la práctica no han hecho nada para combatirla; sólo han generado más división y odio entre mexicanos.
La tasa de homicidios en México es de 11.7 por cada 100 mil habitantes; los hombres tienen una tasa de homicidios significativamente más alta, de 21.2 por cada 100 mil habitantes, a pesar de la “disminución” en el promedio diario de víctimas de homicidio doloso a 74.68 en febrero de 2025, según el Gobierno de México, el número total de víctimas fue considerable.
Baja California Sur no ha sido la excepción, aquí, últimamente hay mucha inseguridad y violencia en cada esquina; pero, como ya es costumbre de nuestros presidentes de color guinda de decir, “la culpa es de las administraciones pasadas”, “aquí no pasa nada”, “el pueblo está feliz”, “todo se trata de una campaña en nuestra contra”, en síntesis, Morena siempre tiene “otros datos”.
La presidenta de México ha dicho (lo mismo que el expresidente Andrés Manuel López Obrador), que la violencia no se combate con más violencia, pero esto no sirve sino como fertilizante para sus seguidores, porque, ¿qué han hecho para combatir la violencia? Nada; bueno, tal vez sí han hecho algo, han generado más violencia, porque nos pone a pelear entre mexicanos, entre hermanos de clase, estos nos dividen con tenacidad y odio.
Andrés Manuel dijo en una ocasión: “los que hablan precisamente de los homicidios dolosos en México, son justamente los que quieren que se regrese el ejército a sus cuarteles. Esto es una contradicción”. Pero en serio, amigo lector, ¿los abrazos han servido ante tantos balazos? Por supuesto que no.
Antorcha se ha caracterizado por reflejar su trabajo en todo el país; en décadas que tiene de lucha y progreso, ha demostrado ser la única organización que guía a los mexicanos que quieren salir adelante, que quieren salir de la extrema pobreza en la que viven actualmente.
Antorcha lucha con ellos y para ellos, pero no sólo por el tema económico, sino por su educación e ideales; también se caracteriza por ser un movimiento que promueve la cultura y el deporte y lucha de manera artística para el pueblo pobre.
¿Qué hacen nuestros artistas antorchistas? Bueno, con esa inquebrantable capacidad de transmitir ideas, emociones, con esas ganas de protestar artísticamente, están desentrañando el mundo, están desnudando las mentiras de los poderosos, convidando, aunque sea de manera fugaz, un rayo de luz, un rayo de progreso para el pueblo pobre de nuestro país.
Por eso, amigo lector, te invito a que conozcas la cultura de Antorcha, porque esta, ante las adversidades sí enseña, educa y lucha artísticamente con el pueblo, y como dijera el gran Fito Páez: “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”.
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