Una voz desde La Luz expone las consecuencias cotidianas del calor extremo, que no sólo se mide en grados sino en pérdida de cultivos, hambre y demagogia
La república mexicana atraviesa por una fuerte ola de calor y el estado de Oaxaca es considerado una de las entidades más vulnerables debido a su ubicación geográfica y grado de marginación socioeconómica.
“Lo que se necesita son profesionales de la clase humilde para que se tome el poder y, desde ahí, hacer cambios que beneficien sobre todo a los que hoy estamos desprotegidos”.
El aumento de temperatura media anual en Oaxaca ha sido de casi 2 °C en veinte años, pasando de 21.6 °C a 23.71 °C en un solo año, y lo grave de esto es que los campesinos han sido los más afectados, pues se han perdido 90 mil hectáreas de cultivo por sequía, según datos del Inegi.
El impacto en la agricultura y, sobre todo, en la producción de maíz en el estado, principalmente en la Costa —región agrícola—, podría generar pérdidas económicas significativas, afectando así a los pequeños productores y a quienes cosechan para el autoconsumo, puesto que, en Oaxaca, 58.4 % viven con algún grado de pobreza, según el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social, de la Secretaría de Bienestar.
En días recientes, el Monitor de Sequía de México informó que los efectos más comunes de la onda de calor son la deshidratación, el golpe de calor, problemas respiratorios, la proliferación de enfermedades diarreicas y el aumento del consumo de agua.
Arnulfo Avelino Rodríguez, nativo de la comunidad La Luz, incrustada en el municipio de Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, Oaxaca, en entrevista da a conocer algunos de los problemas que están sufriendo ante la emergencia climática.
¿Qué opina usted de los efectos del cambio climático en su comunidad?
Pues que la verdad nos preocupa mucho porque la sequía día con día se agudiza y trae consecuencias en nuestra vida diaria, sobre todo a los que nos dedicamos al campo, porque de por sí está difícil sacar para la papa y ahora imagínese lo complicado que es no tener agua para regar el pasto o para que tomen nuestras vaquitas y para el cultivo de maíz.
¿Quiere decir que este problema llega a golpear hasta sus bolsillos?
Sí, porque básicamente, al no tener a nuestras vacas sanas, pues no las ordeñamos, porque si las forzamos se nos mueren y entonces, como la ordeña es nuestra fuente de ingresos, sí afecta en nuestra economía, porque ahorita todo está caro y luego en la familia somos mi mujer, mis dos hijos y yo, pues nomás no alcanza.
¿A qué ha recurrido para poder solventar los gastos en su hogar?
Pues como somos campesinos y no tenemos alguna otra profesión, en mi caso tuve que rentar una parcela para sembrar maíz, pero ahí también tuvimos problemas porque, ante la falta de agua, pues si antes cosechábamos dos toneladas, ahora solo conseguimos media tonelada, misma que dividimos para que mi esposa pueda hacer las tortillas y el otro poquito para venderlo por costal. Entonces, la situación está muy complicada.
¿Ha recibido apoyos de algún nivel de gobierno?
La mera verdad no. En la televisión vemos que los de la 4T dicen que ahora los apoyos llegan directo a las personas, pero en la realidad, a nosotros no nos llega nada.
Yo creo que hasta estábamos mejor cuando decíamos que estábamos peor, porque, por ejemplo, con Peña Nieto todavía había apoyos de fertilizantes, bombas para fumigar, abonos para el campo e incluso proyectos productivos, pero ahora todo eso lo eliminaron para en su lugar traer ese mentado Sembrando Vida, donde veo que solo hay personas afines a Morena y, además, ese apoyo, por lo menos en este pueblo, beneficia a menos personas que a lo que ya le mencionaba que nos llegaba antes.
¿Ha escuchado de la Primavera Oaxaqueña?, ¿qué opina?
Sí, así se dice llamar el gobierno del estado que encabeza Salomón Jara. Pero yo lo que creo es que esa primavera es pura mentira, porque de qué sirve que el gobernador se diga ser de territorio si no nos apoya.
En salud, pueden ir a ver el centro de salud y verán que no hay nada, no te ofrecen ni para medirte la presión, y no es culpa de los que atienden, sino de que no se está destinando recurso para ese rubro.
Ahora, en inseguridad, ni hablar. Antes, ¿cuándo íbamos a escuchar que ya hay un muerto o que ya apareció aquí una persona en bolsas? No, nada de eso se escuchaba, pero ahora no solo se escucha, sino que así sucede. Uno no puede salir en paz. Por todo eso es que yo creo y digo que esa Primavera Oaxaqueña es una falsa.
¿Cree que exista una solución a estos problemas?
Yo creo que sí hay, porque he visto en las redes sociales que hay muchas manifestaciones, es decir, son síntomas de que las cosas no están bien en nuestro estado, y entonces, lo que debemos hacer es unirnos, porque así, unos andan por aquí, otros por allá, y esa división es la que le sirve al gobierno para no escuchar ni atender las peticiones. Además, creo que por eso utilizan la represión, porque en los grupos son de a poco.
En cambio, si nos unimos, sí pudiéramos hacer algo y hacer que se nos resuelva. Yo formo parte de Antorcha desde hace más de diez años y con orgullo lo digo, porque gracias a nuestra unión hemos logrado cosas que no solo nos benefician personalmente, sino a toda la comunidad, porque hemos logrado pavimentaciones, techado, drenajes, entre otras cosas.
Aunque tienen razón nuestros compañeros dirigentes: eso de las demandas asistencialistas son apenas el comienzo, porque lo que se necesita son profesionales de la clase humilde para que se tome el poder y, desde ahí, hacer cambios que beneficien sobre todo a los que hoy estamos desprotegidos, no sólo los campesinos, sino también los pequeños productores o comerciantes, porque las políticas de la 4T afectan a muchos sectores.
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